Tradiciones

Para muchos, Rumania sigue siendo una tierra de mitos y leyenda. Y teniendo en cuenta la cantidad de tradiciones que todavía están presentes en la vida cotidiana de los rumanos. Estos son algunos de los mitos;


Sânzienele 

Teniendo similitudes con las vacaciones suecas de verano, Sânzienele se celebran el 24 de junio y marcan el solsticio de verano. En la cultura popular rumana, Sânzienele son buenas hadas, y la fiesta se celebra en su honor. Esta tradición involucra a mujeres jóvenes, que se visten con largos vestidos blancos y usan hermosas coronas hechas de flores silvestres y espigas en el pelo. El punto central del ritual es su baile, que generalmente tiene lugar en la noche, alrededor de una fogata. Se cree que en esta noche especial, los cielos se abren y las cosas mágicas pueden sucederle a cualquiera que crea en ellas.

Dragobete

Visto como la versión rumana del Día de San Valentín, Dragobete se celebra el 24 de febrero. Dragobete, personificado como un joven apuesto, es el protector de los amantes de la cultura popular rumana. Alrededor de ese día, que representa el final del invierno, se cree que las aves encuentran a su pareja y comienzan a construir nidos juntos. Tradicionalmente, los hombres y las mujeres jóvenes recogían flores juntas en el bosque, y al regresar, las mujeres permitían que el hombre que quisieran robarle un beso. Eso marcaría el comienzo de su relación, y tiempos pasados, la de su compromiso.


Mucenici

Mucenici es una fiesta cristiana celebrada el 9 de marzo. Marca la fiesta de los Cuarenta Mártires de Sebaste. En este día, en las regiones del sur de Rumanía, es costumbre comer un tipo de postre que consiste en masa hervida y condimentada con azúcar, canela y nueces. La masa tiene la forma del signo del infinito, o el número 8.




Martisor

En el 1 de marzo, para conmemorar la llegada de la primavera, las mujeres rumanas reciben, ya sea de los hombres, o de sus amigas, un pequeño adorno en forma de joya atado con una cuerda roja y blanca con borlas colgantes. Usado puesto en la ropa, a la izquierda, frente al corazón, generalmente está hecho a mano, pero también puede estar hecho de oro o plata. La combinación de rojo y blanco en la misma cuerda, que representa la dualidad de la vida y la muerte, es fundamental para la costumbre milenaria.